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Atentado contra la salud pública |
¡La mierda de la primavera ya está aquí! ¡Qué
asco bien! Y mientras todo florece a nuestro alrededor, servidora no puede respirar, tiene la piel enrojecida y llena de ronchas, los ojos hinchados y llorosos, y la nariz como si fuera un grifo. Da igual si me mantengo alejada del campo y evito pasar por las calles con jardines: el viento se encarga de traerme el polen de los olivos y demás matujas secas mediterráneas hasta casa. ¡Yay!